El club de los zapatos de goma (Capitulo tres, segunda parte)




Amanda desenreda las redes de pesca sentada en cubierta, con Manuel al lado explicándole la mejor forma de hacerlo y al mismo tiempo reparando los desgarros.

—Esas bolas de plomo del final son para que la red se hunda.

—ya pero esta red parece muy pequeña ¿no? 

—Cosas del capitán, parece que no le gustan mucho las redes enormes y ha decidido pescar como se hacía antiguamente.

—¿es un poco raro verdad? el capitán digo, por cierto... ¿como se llama? 

—Nadie lo sabe. Aquí todos le llamamos capitán o a veces Keko por el nombre del barco.





—Me gusta mas eso de "Keko".



—Pues espera un poco antes de llamarlo asi o podría tirarte por la borda y seguir comiendo como si nada.


—Por cierto hablando de comer ¿no tendrías que estar cocinando?


En ese momento se escucha una campana y Manuel se despide rápidamente.


En algún lugar del barco Búho esta luchando con su propia cabeza para aprender rápidamente a manejar el timón, los motores y las velas. Todo es necesario por lo que dice el capitán. Lo que le extraña profundamente es que de pronto todo esta en calma, nadie parece exigir nada, tampoco les explican nada sobre la pesca y de alguna forma Búho intuye que ese barco no esta hecho para pescar.

Ilia por su parte esta recibiendo un curso acelerado de navegación basada en la observación del mapa celeste que la tiene completamente embelesada por parte de Arrakis y Lima. Piensa en Amanda... que debería estar allí con ellos en ese momento.  Sí. Es injusto que no este aquí, quizá podría aportar algo piensa.  voy a ver si puedo traer a Amanda que es una enamorada de estas cosas, vuelvo en dos minutos.  dice a Lima y a Arrakis, que levantan la cabeza un segundo para luego seguir absorbidos por las estrellas.

Ilia sale del comedor del barco, sube al piso de arriba y avanza por la segunda cubierta mirando a todos lados en busca de Amanda. De pronto en dirección contraria hacia donde camina, asomado tranquilamente mirando al horizonte le parece ver una silueta conocida.  no puede ser  piensa.  continúa hasta dar con Amanda que ya empieza a estar harta de desenredar y acepta encantada la proposición de Ilia. Por su parte a Manuel no parece importarle quedarse solo en su batalla contra la red, aunque promete ir en diez minutos a esa charla tan interesante. 

Por el camino las dos ven claramente la misma silueta. 
— ¿no te recuerda a alguien Ilia? 
— Si pero... es imposible. De todas formas tampoco es alguien de la tripulación. Lo mejor será acercarnos y resolver nuestras dudas.
Pero cuando vuelven a mirar la silueta ha desaparecido.

— No entiendo nada  Suspira Amanda
— Bueno, a algún lugar ha tenido que ir ¿y si se tratase de un polizón? 
— lo cierto es que no estaría tan tranquilo mirando al mar y por cierto ya es hora de que me digas a quien te ha recordado.

Las dos a la vez dicen el mismo nombre mirándose fijamente

— Julian.

Se quedan un rato mirandose en silencio hasta que Ilia exclama

— ¡Esto no tiene ningun sentido! ¿que hace Julian en el barco?
— Un momento Ilia... ¿y si no era Julian? y si era... su espiritu...
— Tu estas como una cabra, esto cada vez es mas raro...
— ¡Amanda mira!
— En el mismo lugar en donde antes estaba la silueta de Julian ahora esta la silueta del viejo, tranquilamente con su botella mirando al horizonte.
— ¡vamos! hay que desvelar este misterio de una vez  dice Ilia tirando de la mano de Amanda.
— ¡Ilia espera! ¿que sentido tiene todo esto? ¿saben que estamos aquí? por lo menos el viejo lo sabe, quizá quieren darnos una sorpresa y les hemos descubierto...
— ¡pues vaya sorpresa! por mi parte esto no va a quedar así...

Pero cuando vuelven a mirar hacía la proa ya no hay ni rastro de ninguno de los dos.











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